Una vez yo me iba por el mundo sin pensarlo. Compraba un boleto de avion y amanecia en ciudades maravillosas: Paris, Barcelona, Madrid, San Jose, Caracas, D.F.... Me iba y caminaba por calles desconocidas y de alguna manera todo salia bien. Confiaba en el mundo y en la gente y hubiera vivido en Matala o en el Montesacro, eran los 20s.
Mis amigos eran ecos, espejos, sombras de mis ideales: humanistas, anarquistas, intelectuales, liberales, agnosticos, poetas y artistas. Luego nos fuimos por diferentes caminos y nunca mas volvimos a dormir en la playa, ni alrededor de una hoguera, ni en un pueblito sin hotel todos amontonados en el suelo.
Mis amigos eran ecos, espejos, sombras de mis ideales: humanistas, anarquistas, intelectuales, liberales, agnosticos, poetas y artistas. Luego nos fuimos por diferentes caminos y nunca mas volvimos a dormir en la playa, ni alrededor de una hoguera, ni en un pueblito sin hotel todos amontonados en el suelo.
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necesito una fogata.